La receta que hoy os traigo, viene de una tapa que probé en un bar de Linares. Se ha convertido en uno de mis platos estrella, ya que todo el mundo que lo prueba, le encanta.
Os invito a que la hagáis en casa algún domingo de otoño, ¡es ideal!
INGREDIENTES: (4-6 personas)
- 6 patatas grandes
- 6 huevos
- Aceite de oliva
- Un paquete de gulas
- 4 dientes de ajo
- Una guindilla o cayena
- Sal
PREPARACIÓN:
- Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de 1 cm de grosor aproximadamente. Las ponemos a freír a fuego lento en una sartén grande tipo paellera, con aceite de oliva, añadiéndole sal al gusto.
- En una sartén aparte ponemos un chorro de aceite de oliva y vamos a freir los ajos cortados en láminas, junto con la cayena. Una vez tostados los ajos, añadimos las gulas y les damos unas vueltas durante unos minutos. Apartamos del fuego y retiramos la cayena de la sartén.
- Una vez las patatas estén hechas (alrededor de 15 minutos), echamos los huevos uno por uno en distintas partes de la sartén sobre las patatas, les echamos un poquito de sal sobre cada huevo y lo dejamos tapado que se haga con el aceite de las patatas y el calor de la sartén tapada.
- Una vez que veamos que los huevos están hechos, ponemos encima las gulas que tenemos reservadas en la sartén y ya tenemos el plato.
Yo siempre llevo la sartén a la mesa y una vez allí lo sirvo.
Como veis es un plato bastante sencillo, pero hay que darle su punto a cada uno de sus ingredientes. Está exquisito.
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